Por Alison García
Psicóloga Clínica
*En las relaciones, la codependencia puede crear una dinámica de poder desequilibrada, en la que una persona es excesivamente responsable y la otra es excesivamente dependiente
La codependencia es una condición psicológica en la que una persona se siente excesivamente responsable de los sentimientos, necesidades y comportamientos de otra persona tiene a procurar a todos los demás antes que así mismo, a menudo a expensas de su propio bienestar emocional y mental.
Las personas codependientes tienden a depender emocionalmente de la aprobación y aceptación de otros, y suelen tener dificultades para establecer límites saludables en sus relaciones ya que no lo ven como un factor simple de solución emocional.
La codependencia no solo impacta el bienestar de la persona afectada, sino que también recae constantemente en las dinámicas disfuncionales que pueden dificultar la recuperación y el crecimiento como persona del individuo o cambiar de escenario si lo es necesario. La codependencia a menudo tiene sus raíces en la infancia y se desarrolla en entornos familiares disfuncionales pues la infancia es la etapa más crucial en el crecimiento y desarrollo del ser humano y la familia como su círculo principal obtiene un papel importante.
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Los niños que crecen en estos ambientes aprenden a priorizar las necesidades de otros sobre las propias como un mecanismo de supervivencia. Esta necesidad de controlar o cuidar a los demás persiste en la adultez, estableciendo la base para relaciones codependientes. Las personas codependientes suelen tener una baja percepción de sí mismas. Buscan constantemente la validación externa para sentirse valiosas y aceptadas.
Para sentirse seguras, las personas codependientes intentan controlar las circunstancias y las acciones de quienes las rodean. Esta necesidad de control puede ser agotadora y contraproducente. Una característica central de la codependencia es la tendencia a ignorar o minimizar las propias necesidades y deseos, priorizando siempre a los demás. Pues las personas codependientes tienen problemas para decir “no” y a menudo permiten que otros traspasen sus límites personales, lo que puede llevar a un sentimiento de explotación y resentimiento.
La codependencia tiene efectos negativos tanto en el individuo como en sus relaciones. Las personas codependientes pueden experimentar ansiedad, depresión y un sentido de identidad borroso ya que no les permite desarrollar de manera sana una identidad amable para su estabilidad emocional. La constante preocupación por los demás puede llevar al agotamiento emocional y físico. En las relaciones, la codependencia puede crear una dinámica de poder desequilibrada, donde una persona es excesivamente responsable y la otra es excesivamente dependiente. Esta dinámica perpetúa ciclos de comportamiento disfuncional y puede dificultar la recuperación y el crecimiento emocional.
La codependencia es una condición que afecta profundamente la vida de las personas y relaciones con otros individuos. Comprender sus causas, características y consecuencias es el primer paso hacia la recuperación. A través de la terapia, la autoexploración y el establecimiento de límites saludables, las personas codependientes pueden aprender a priorizar sus propias necesidades y a construir relaciones equilibradas y satisfactorias. La superación de la codependencia es un viaje hacia la autodeterminación y el bienestar emocional.
“A veces tenemos que abandonar la vida que habíamos planeado porque ya no somos la misma persona que hizo aquellos planes”.
