Por Alison García
Psicóloga Clínica
*”Que nadie te apague tu brillo” es una frase que llama a la acción para proteger y celebrar nuestra individualidad frente a las adversidades
Donde las expectativas y presiones sociales a menudo nublan nuestro juicio, la frase “que nadie te apague tu brillo” resuena con una claridad y fuerza muy particular. Esta expresión, más que un simple intento motivacional, encapsula una verdad donde la importancia de preservar nuestra autenticidad y autoestima viene de no permitir que etas decaigan.
Es esencial comprender qué significa nuestro “brillo”. Este brillo puede ser interpretado como nuestra esencia, nuestros talentos únicos, nuestra pasión y nuestro sentido innato de propósito. Cada individuo posee una combinación exclusiva de habilidades y características que los hacen especiales. Sin embargo, en una sociedad que a menudo valora la conformidad y la comparación, es fácil perder de vista esta singularidad. Las redes sociales, por ejemplo, pueden convertirse en un espejo distorsionado que refleja solo versiones idealizadas de la vida de los demás, llevándonos a cuestionar nuestro propio valor y contribución.
Las influencias externas no son las únicas que pueden amenazar nuestro brillo; también debemos considerar las críticas internas. El diálogo interno negativo, alimentado por experiencias pasadas y expectativas no cumplidas, puede convertirse en un obstáculo significativo. La autocrítica constante y la falta de compasión hacia uno mismo pueden apagar nuestra luz más eficazmente que cualquier factor externo.
Las relaciones interpersonales juegan un papel fundamental en nuestra percepción de valor. Las conexiones saludables y de apoyo pueden fomentar nuestro crecimiento y fortalecimiento personal. Por el contrario, las relaciones tóxicas y despectivas pueden drenar nuestra energía y minimizar nuestra luz. Es vital rodearnos de personas que nos animen a ser la mejor versión de nosotros mismos, que reconozcan y celebren nuestras fortalezas y nos apoyen en nuestros momentos de debilidad.
Sugerencia: Nada es para siempre
No obstante, mantener nuestro brillo no significa ignorar las críticas constructivas ni rechazar el crecimiento personal. Más bien, implica discernir entre las críticas que buscan nuestra mejora y aquellas que simplemente buscan herirnos. Aceptar y trabajar en nuestras áreas de oportunidad puede hacer que nuestra luz brille aún más fuerte. La resiliencia, la capacidad de recuperarse de los fracasos y las dificultades, es una parte esencial de este proceso. Cada obstáculo superado, cada error corregido, nos da oportunidad de volver a reconstruirnos cada que sea necesario.
Es crucial reconocer el impacto que nuestro brillo tiene en el mundo que nos rodea. Cuando permitimos que nuestra luz brille, no solo iluminamos nuestro propio camino, sino que también inspiramos a otros a encontrar y mantener su propia luz.
En conclusión, “que nadie te apague tu brillo” es una llamada a la acción para proteger y celebrar nuestra individualidad frente a las adversidades. Es un recordatorio de que nuestra esencia, nuestra pasión y nuestros talentos son valiosos y dignos de ser mostrados al mundo. Al mantener nuestra luz interior, no solo aportamos a nuestra propia vida, sino que también puede servir para otros como ejemplo para hacer lo mismo.
Así, en lugar de dejar que las sombras externas nos apaguen, debemos seguir brillando con fuerza, autenticidad y determinación.