Por Alison García
Psicóloga Clínica
¿Alguna vez han pensado en lo cómodo que se siente su presente y qué tuvo que pasar para que te encuentres en él ahora? ¿Y en el miedo tan grande que da saber que puede dar un cambio de 360° en un dos por tres? Creo que es algo que evitamos pensar, pero a poco no dan esas ganas inmensas de aferrarse a esto con tantas fuerzas que si no lo soltamos no habrá ese espacio para sentir algún posible vacío en el proceso.
Y entonces pasan las estaciones, el otoño llega, las hojas se caen y sientes que nada cambió, pero en un abrir y cerrar de ojos los giros más inesperados llegan y, claro, tenían que ser a los que más les temías, esos de los que evitamos pensar, pero de repente nos invaden; Dios no quiera que lleguen más de estas transformaciones, porque no sabríamos qué hacer, si no lo pienso no pasará, si me desgasto y actúo según mi pensamiento para evitar estos escenarios catastróficos no creo que sucedan, hay que tener fe para que eso no pueda pasar, son quizá algunos de los pensamientos posiblemente más vagos que pudieran aparecer; pero entonces, la vida actúa, inevitablemente tiene su propia agenda y a la par actuamos como quizá no esperábamos, pero que es lo que creemos correcto en ese momento.
Sugerimos: Supondrán que quien tiene flojo un tornillo eres tú
Pensamos que hay momentos, personas y experiencias que son para toda la vida. Y aunque esas personas ya no están, los momentos ya pasaron, las experiencias son solo eso, y que todo ha cambiado sin haberlo esperado. Pero, entonces va a perdurar, en nuestra memoria o en algún hueco del inconsciente y si todo va bien, en alguna parte del mundo podemos contar que ahí estará, no tan tangible, ni visible y mucho menos en el presente como quisiéramos, pero, así como dejamos esa luz prendida de lo posible, también lo podemos olvidar.
Leer la palabra aeternum, que significa “para toda la eternidad” me deja en esta oleada de mil cosas de las que quisiera volver a vivir quizá igual o más aún mejor que como fue y que con sinceridad me trae mucha nostalgia, ¿por qué, quien no quisiera traer a alguien de nuevo desde el cielo a seguir creando más historias? pero me pregunto entonces qué sería de la eternidad si nosotros no le permitimos seguir su camino y así nos enseñe que significa extrañar y añorar para poder tener una historia que contar de todos aquellos que significaron algo en nuestra vida sea bueno o sea malo, porque seguramente algo aprendimos en el transcurso. Así que aquí sigo, abrazando lo inesperado y confiando en que cada experiencia, buena o mala, que me lleva un poco más cerca de la persona que quiero ser, y me ayudará a ir unos pasos más cerca de construir un futuro.
“Las respuestas que buscas están en tu silencio. Aprende a escuchar lo que el ruido no te deja ver”.
