Por Monsetrrat García
En mi vida periodística, diferentes personas me han recomendado escribir una columna, he hecho algunos intentos informales, porque considero que es un ejercicio que requiere constancia y mucho análisis, puedo cubrir la parte que corresponde al análisis, pero la constancia… en eso sí les vengo fallando. Voy a hacer un nuevo intento con este anecdotario que planeo compartir con los lectores del Pensador Queretano por lo menos dos veces al mes (espero). Esta primera columna la voy a dedicar a la transformación, pero no la cuarta que ha hecho tan popular el actual Gobierno de México, más bien quiero referirme a la transformación en el estricto sentido de la palabra, es decir, simplemente a esos pequeños grandes cambios que dan un sentido distinto a la vida, porque para muchos, muchas y muches, 2021 ha sido un año de importantes cambios, pero en lo personal ha sido eso, un proceso de transformación con el que deseo encontrar la mente libre y creativa que en algún momento creí tener y que de repente extravié. Considero que esta búsqueda tal vez haya sido un efecto de la pandemia de Covid-19, creo que este hecho fue una sacudida que nos cambió de alguna forma y, en mi caso, lo que hizo fue invitarme a escribir, pero ahora desde la primera persona, porque como periodista me he limitado a transmitir lo que otros dicen, ya que considero que en mi trabajo lo más importante es eso, servir de altavoz a quienes desean ser escuchados y, a veces, hasta provocar que lo hagan, que se expresen, aunque se equivoquen, no importa, lo transcendental es que sepan que sus palabras valen; esto cuando se trata de ciudadanos, en el caso de servidores públicos, lo relevante es que informen cómo conducen el destino del pueblo que les tocó gobernar. Y antes de seguir divagando, reitero que quise empezar esta columna hablando de transformación y como recientemente se llevó a cabo el cambio de gobierno municipal y estatal, y como esto es un anecdotario, bueno, pues no evité recordar un hecho que a mí me pereció chusco, el cual me ha llevado a reflexionar cómo se ha transformado San Juan del Río, pues el pasado primero de octubre de este 2021, en el cambio de gobierno, la nueva administración municipal que ahora encabeza Roberto Cabrera debió dedicarse mayormente a atender una emergencia climática por inundación en distintos fraccionamientos, lo que generó que cientos de familias se vieran afectadas y, que si bien no cobró vidas humanas, representó un importante hecho que movilizó a servidores públicos y a la sociedad civil; seguramente este cambio de administración no va a ser olvidado por muchos; y en mi caso, quedará en la mente como quedó otro cambio de administración que pude testificar y que al recordarlo no puedo evitar sonreír, y es que no están ustedes para saberlo, pero yo sí para contarlo, en los primeros minutos laborales de la administración municipal 2003-2006, la cual encabezó la única mujer electa en San Juan del Río, es decir, la licenciada, Jacaranda López Salas; ocurrió que, al llegar a su primer día de trabajo como alcaldesa de extracción priista, un día histórico por lo que representó en ese momento, hace casi 20 años, que una mujer asumiera este cargo, que sólo había sido ocupado por otra mujer de manera interina, María Dolores Paz Garduño, por lo que la expectativa era mucha, sin embrago, en ese primer día tuvo un ligero inconveniente, ya que al llegar a la puerta principal de la antigua Presidencia Municipal de San Juan del Río, ubicada sobre avenida Juárez Poniente… pues no pudo entrar, la emblemática puerta de madera estaba cerrada, algunas personas que acompañaban a la exalcaldesa empezaron a tocar y a preguntar quién abriría y así pasaron algunos instantes hasta que decidieron llamar al presidente municipal saliente, Atilano Inzunza Inzunza, para que se presentara con las llaves del entonces edificio de la Presidencia Municipal de San Juan del Río, sumamente apenado llegó rápidamente el exedil, en ese momento de filiación panista, quien entregó las llaves y se disculpó, todo quedó en una anécdota, la cual me llevó a reflexionar sobre… cómo se ha transformado San Juan del Río.
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P. D. Les comparto una foto en entrevista con la exalcaldesa, foto que hizo favor de regalarme Don Lupe, un fotógrafo de la vieja escuela del periodismo sanjuanense
