Por Alison García
Psicóloga Clínica
Resulta que una persona recuperada es más hermosa que una persona que no ha sufrido nada, y aunque suene irónico, todavía es difícil no preguntarse, ¿por qué sufrir para mejorar?
Pues se encuentra un tanto de perfección en aquello que se recupera después de un quiebre, y tomando un análisis se entiende entonces que desde esta sensación se parte desde dos vertientes: me inmovilizo y dejo que la escena me consuma, o avanzó y busco alternativas de cambio y crecimiento, en donde simplemente habrá experiencia y aprendizaje. ¿Y por qué? Pues, aunque suene así de abrupto las sensaciones displacenteras crean gran impacto dentro del organismo humano que al percibir esto como mecanismo de defensa y sobrevivencia entrará en búsqueda de algo más que pudiera desinhibir tal estimulación negativa que se está experimentando.
Pablo D’Ors dijo “es absurdo condenar la ignorancia del pasado desde la sabiduría del presente”, pues si así está escrito encontraremos que si al seguir con la idealización del pasado, solamente seguiremos tan aferrados a ideas que no fueron en pro de nuestro avance, y eso solo no da el hecho que volveremos a cometer las mismas acciones sin antes haber aprendido, pues para llegar a ser hoy quienes somos, tenemos que pasar por una serie de eventos que nos hacen crecer y dan forma a la mentalidad que creamos hoy como parte de lo que somos, ¿y si mañana se convierte en una nueva mentalidad? Sí, hay pequeños cambios, pero están ahí, por lo que todos los días aprendemos y reflexionamos sobre la versión de ayer.
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Nos volvemos tan predecibles que elegimos no modificar nuestro presente, y seguimos esperando respuestas de quien no tiene intenciones de dárnoslas, queriendo un cierre con alguien, anhelando cosas, y esperando de otros que terminamos enfocando nuestra energía en totalidad a lo que fue y a lo que no sabemos si sucederá, seguimos esperando y extrañando que no nos damos cuenta que se nos va la vida en un abrir y cerrar de ojos.
Enaltecemos mucho a personas que nos lastimaron y decimos que “nos enseñaron mucho” cuando en realidad fueron ustedes quienes decidieron aprender mucho de la situación poco agradable en la que se encontraban, no le den crédito a esa gente, pues la labor la hiciste tú, siéntete orgulloso y admítelo a ti mismo, te defraudaron, y creciste a partir de eso. Y sé que luego están los días oscuros, las mañanas sin sentido, los días rutinarios, los ciclos repetidos y el estrés acumulado que muchas veces nos dan una pausa para empezar a tomar decisiones, a reordenar nuestra vida, a limpiarla de gente que no aporta y al poner prioridades, solo entonces nos damos cuenta, a veces solo necesitas seguir adelante, de lo contrario la vida desaparece, porque de los recuerdos no se vive, ni de los anhelos se construye, sino del movimiento y con una visión más amplia lograras tus metas.
Soltar para avanzar
Perdonar para olvidar
Perderse para encontrarse
Aceptarse para quererse