Por Alison García
Psicóloga Clínica
Es fuerte aceptar el rechazo que podemos sentir al no ser elegidos por otros y muchas veces duele más por la esperanza que le colocamos en el valor de cada persona importante para nosotros, esperamos ser el número uno dentro de sus elecciones, y ¿Por qué no sería así? Si dentro de nosotros solo es importante el factor de la relación y hasta cierto punto la conexión que supusimos creamos dentro de esto.
Claro que estaremos expuestos a mil dudas dentro de esta dinámica no tan favorable para las ideas que nos formamos de otros con relación a la interacción que se pudo prestar. Dado que en la vida, nos encontramos constantemente en situaciones donde aspiramos a ser elegidos, ya sea para un puesto de trabajo, una relación romántica, una oportunidad académica o cualquier otro escenario. Sin embargo, es crucial entender y aceptar que no siempre seremos la opción preferida. Esta realidad puede ser difícil de aceptar, pero es esencial para nuestro crecimiento personal y emocional.
En primer lugar, reconocer que no siempre seremos elegidos nos ayuda a desarrollar resiliencia y que claro se vuelve complicado porque, ¿Por qué no nos elegirían a nosotros? Si nosotros lo haríamos o ya lo hemos hecho. La resiliencia es la capacidad de adaptarse y recuperarse frente a la adversidad.
Cuando nos enfrentamos a la decepción de no ser elegidos, podemos sentirnos desanimados y desalentados. Sin embargo, si aprendemos a aceptar y manejar estas situaciones con gracia y determinación, fortalecemos nuestra capacidad para superar obstáculos en el futuro.
Además, aceptar la posibilidad de no ser elegido promueve la autoaceptación y la autoestima saludable. Muchas veces, asociamos nuestra valía personal con la aprobación externa y el reconocimiento de los demás. Sin embargo, cuando entendemos que nuestra valía no depende de ser elegidos o preferidos por otros, comenzamos a cultivar una relación más sólida con nosotros mismos. Aprendemos a valorarnos por quienes somos, independientemente de las decisiones de los demás.
Sugerimos: Controlan incendios forestales en San José Tepozán y en El Limón, Cadereyta
Por otro lado, la aceptación de la no elección nos brinda la oportunidad de reflexionar y crecer. Cuando no somos elegidos, podemos utilizar esa experiencia como una oportunidad para evaluar nuestras fortalezas y debilidades. Podemos preguntarnos qué podemos aprender de esta situación y cómo podemos mejorar en el futuro. Esta reflexión nos permite crecer como individuos y nos acerca más a alcanzar nuestras metas y aspiraciones.
Entender y aceptar que no siempre seremos elegidos es fundamental para nuestro desarrollo personal y emocional. Nos ayuda a desarrollar resiliencia, promueve la autoaceptación y la autoestima saludable, y nos brinda la oportunidad de reflexionar y crecer. Si bien puede ser difícil aceptar la posibilidad de no ser elegido, esta aceptación nos permite abrazar plenamente nuestras experiencias y vivir una vida más auténtica y gratificante.
Es importante entender que no siempre seremos elegidos o preferidos en todas las situaciones. Aceptar esto nos ayuda a desarrollar resiliencia y a no depender de la aprobación externa para nuestra felicidad y autoestima.
“A veces el rechazo duele, pero nos toca entender que no siempre nos van a elegir. Lo importante es recordar que esto no tiene nada que ver con quien eres, ni con tu valor como persona”