Por Alison García
Psicóloga clínica
El centrismo en la atención, es cuando una persona se enfoca exclusivamente en sus propios problemas y dificultades y no hace ningún esfuerzo por apoyar o entender los problemas de los demás. Y es muy diferente simplemente escuchar de vez en cuando a querer que todo el tiempo se trate de él o ella. Eso suele suceder cuando la persona está demasiado centrada en sus propios problemas y está realmente desconectada y aunque los amigos están para apoyarse, los amigos se apoyan y escuchan, pero no deben solo usarse como desahogo emocional. Una relación amistosa debe ser más que solo una conexión para desahogar. Debería ser una relación de apoyo mutuo, en la que ambos escuchan y se preocupan por el otro. Y si sientes que solo te están usando para desahogarse, quizás no sean amigos realmente.
Es posible que esta persona esté pasando por un momento difícil y tenga necesidades emocionales específicas en ese momento y eso ocasione que no esté siendo consciente de su impacto en ti y de cómo te hace sentir. Pero, eso no significa que debas dejar de considerar tus propias necesidades. Puedes ser comprensivo y empático, sin dejar que los problemas de otros te consuman.
Una amistad debe ser una relación de intercambio y no debería ser solo una persona que habla y la otra que escucha. Deberían de ser dos personas que escuchan, comparten y apoyan mutuamente. Y si te sientes como si siempre estás escuchando y nunca estás siendo escuchado, es algo que deberías discutir con tu amigo o amiga.
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Es importante establecer límites para cuidar tu salud mental y tu bienestar. Si una persona solo se acerca a ti cuando necesita descargar todas sus emociones y frustraciones, puedes ser directo y decirle que no estás disponible para eso y ser consciente que esa relación se puede convertir en algo tóxico. Y que más bien se trate de una relación en la que una persona usa a la otra, en lugar de una relación equitativa y esto quizás sea indicador de tomar un paso atrás y reconsiderar si esa relación es lo mejor para ti. No quiere decir que tengas que dejar a esa persona, pero sí que necesitas conversar sobre cómo percibes la dinámica.
Las necesidades emocionales de una persona son algo personal e individual por lo que hay que dejar que cada quien cargue su costal de problemas, sin embargo, el apoyo se debe convertir en aminorar la carga, mas no dejar que solo uno sea el que sobresalga. No hay una regla general sobre a quién le corresponden o cuáles son las que tienen prioridad. Cada persona es diferente y tiene necesidades emocionales específicas que dependen de sus circunstancias y de su personalidad. Y por lo general, las necesidades emocionales más básicas incluyen sentirse seguro, conectado y valorado.
Hay que entender que nadie puede usarte como un “bote de basura emocional”.