Por Alison García
Psicóloga Clínica
Sé que suena raro volver atrás y construir algo que creías dominar, algo que creías haber superado, porque nos han estado hablando de amor desde que éramos niños, diferente, bueno, pero al final es así.
Se que suena trillado volver a construir algo que creías ya dominado, algo con lo que creíste ya haber crecido, pues desde bebes nos hablan de amor de un sí, distinto, pero en fin una idea de amor. Crecemos con el ideal que nos enseñaron en casa, lamentablemente ese ideal de “amor” no siempre fue el apropiado y sé que no es culpa de los padres haber vivido ese concepto de tal forma, ciertamente como lo vivimos es a partir de lo que se nos enseña y de lo que nosotros aprendemos y sentimos a partir de la persona a con la que compartimos tal.
Por supuesto, ¿cómo redefinimos el concepto de “amor” con el que crecimos? Les diré que no es nada fácil de hacer y, si se me permite asumir, les costará mil veces más de lo que realmente queremos de romper con los modelos que normalizamos y solemos imitar en nuestra relación de crianza, porque así lo resumimos como algo que “está bien”, es porque es lo que conocemos, pero no es tu historia, es parte de ella, pero tú no eres ellos, y no puedes repetir patrones que no te pertenecen.
Sugerimos: Lo que se permite, se repite.
Al menos hay una perspectiva más comprensible. Porque la cosa es que nadie me dijo lo que era estar roto la primera vez y lo vi en una película y no se parecía en nada a cómo era y no lo sabía porque en la película el amor era muy dulce, Para ser honesto, si todavía no me gusta la idea, entiendo que, si la miro desde una perspectiva romántica e incluso un poco inútil, cuando realmente conoces a una persona, no encuentras las palabras para describirla. una persona siente.
Rara vez siento esa emoción y la veo en los ojos de mis amigos cuando ven a su gente, y es lo que mantiene viva la chispa cuando miramos más allá de las suposiciones ocultas que dicen amor. Al proporcionar definiciones útiles y alcanzables, creamos un entorno donde el amor puede comenzar a florecer. Muchos de nosotros crecemos con definiciones complejas, a menudo heredadas de la infancia. Para muchos, es demasiado peligroso aceptar una definición que ya no nos permite ver el amor en nuestras familias. Muchos de nosotros tenemos que aferrarnos a un concepto de amor que hace que la violencia sea aceptable o al menos hace que lo que sucede sea menos malo.
“Un buen amor te hace sentir en casa en sus brazos y en los tuyos. Un buen amor no te hace pasar frío”
