Por Alison García
Psicóloga Clínica
*En un mundo donde el éxito se valora a menudo por resultados tangibles que depende de la sociedad aprobar, es fácil caer en la trampa de subestimar nuestros logros
Caemos demasiado en la controversia en sentir que no hemos tenido un avance significativo en nuestra historia de vida, somos jóvenes, o ya dejamos pasar la vida, solo podemos pensar en el paso del tiempo y de nosotros; y de lo que no hemos logrado que hasta el punto de hoy creímos que ya lo tendríamos, ya sea en un panorama familiar, económico o de superación, creo que muchas veces nos posicionamos en un futuro que dio mil vueltas y no nos encontramos donde esperábamos que estaríamos.
En un mundo donde el éxito y el rendimiento se valoran a menudo por resultados tangibles y visibles que depende de la sociedad aprobar, es fácil caer en la trampa de subestimar nuestros propios esfuerzos y logros. Sin embargo, darse más crédito a uno mismo pudiera ser de lo más necesario para cultivar una salud mental y emocional sólida, así como para maximizar nuestro potencial en todas las áreas de la vida.
Una de las razones por las que es importante darse crédito a uno mismo es que reconoce y valora el esfuerzo personal así les haya parecido a otros el mínimo esfuerzo. A menudo, nos centramos exclusivamente en los resultados finales y pasamos por alto el arduo trabajo y la dedicación que se requieren para alcanzar esos resultados. Celebrar cada pequeño paso en el camino hacia nuestros objetivos nos motiva a seguir adelante, incluso cuando enfrentamos desafíos y contratiempos.
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Además, darse crédito a uno mismo fomenta la autoaceptación y la autoestima. Cuando reconocemos y apreciamos nuestras propias habilidades y logros, construimos una imagen más positiva de nosotros mismos y así mismo una visión positiva de nuestro futuro yo. Esto nos ayuda a desarrollar una mayor confianza en nuestras capacidades y a enfrentar nuevos desafíos con una actitud positiva, segura y ya no tan incierta como nos acostumbramos desde la inseguridad.
Sin embargo, darse crédito a uno mismo no significa conformarse con la mediocridad o dejar de esforzarse por mejorar. Más bien, se trata de reconocer y valorar el progreso y el crecimiento personal, independientemente de si alcanzamos o no nuestros objetivos finales. Este enfoque nos permite aprender de nuestras experiencias y utilizarlas como oportunidades para crecer y mejorar continuamente.
Hay que ser conscientes que la autocrítica y la comparación son moneda corriente, darse más crédito a uno mismo puede parecer algo complicado. Sin embargo, es un hábito que podemos cultivar con práctica y perseverancia. Al centrarnos en nuestros propios logros y fortalezas, en lugar de compararnos constantemente con los demás, podemos construir una base sólida para el éxito y la satisfacción personal.
Y así el darnos crédito a uno mismo nos vuelve a desarrollar una mentalidad positiva y construir una autoestima saludable. Al reconocer y valorar nuestros esfuerzos y logros, creamos mayor confianza en nuestras capacidades y nos motivamos a seguir persiguiendo nuestros sueños y metas. Al hacerlo, nos convertimos en nuestros mayores defensores y nos acercamos más a alcanzar nuestro potencial en todas las áreas de la vida.