Por Alison García
Psicóloga Clínica
Las cosas cambian, las rutinas cambian, las personas con las que tratas se alejan un poco de la escena e inevitablemente no volverán a donde estaban antes a lo que podríamos haber logrado si cambiáramos algo en el escenario. ¿Sabes? Es agotador, se vuelve agotador, pensar que si alguien te deja es tu culpa, pensar que todo es diferente, añorar los sentimientos que tenías antes de todo.
Pero, ¿has notado que durante todos estos movimientos también cambias? Muchas veces pensamos que nos quedamos quietos y vemos tantos cambios a nuestro alrededor, pero no es así. Hoy no eres una persona completamente nueva, eso está claro, pero no eres el mismo de ayer, e incluso el proceso te cambia ahora, porque ese día hiciste diferentes actividades, tal vez hoy no, y desde aquí creas y aprendes.
Tenemos miedo a todo y en el camino nos deshacemos de algunos miedos, pero al mismo tiempo descubrimos y creamos otros nuevos, lo cual no está mal porque todo nos mantiene en marcha y encontramos cosas que nos hacen darnos cuenta de que la vida es dura, ya que veces te hace darte cuenta de que no estarías creando la experiencia si las cosas no fueran así. Por supuesto, a medida que pasamos por esta dinámica, podemos sentirnos frustrados con los cambios graduales, y con razón, porque extrañamos personas, recuerdos, lugares y sentimientos que tal vez no experimentemos ahora como lo hicimos entonces.
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Es difícil, el camino de cada uno es diferente, sería bueno que muchas cosas se crucen con personas que amamos y personas que nos aman, si no, está bien, algún día podemos volver a ellos y volver a donde estamos y confiar en nosotros mismos, a veces, aunque el camino sea diferente, el sentimiento está ahí, pero lamentablemente todos tienen que seguir cumpliéndolos y sintiéndonos amados. El cambio puede ayudarte a salir de tu rutina y descubrir cosas nuevas. No hay nada como un nuevo comienzo, al cambiar se pueden abrir oportunidades que de otro modo perderían y estuviera atascado haciendo las mismas cosas.
No te sientas mal por todo, recuerda que todo lo que hagas con amor, corazón y bondad siempre volverá a ti de manera transformadora, siempre es reconfortante pensar en ellos, muchas personas se irán y te reconectarás con otros se trata de hacer conexiones y conectando con otros decide usar lo que te duele para hacerte más fuerte, un mundo te espera, descubre nuevos lugares, nuevas risas, alegría sin fin, ten por seguro que verás nuevas oleadas de emociones.
Todo lo que te puedo decir es abrázate más porque lo necesitarás a mares. Haz las paces con tus miedos ellos no son tus enemigos, velos como desafíos y sé que podrás enfrentarlos todo es poco a poco; no te rindas todo esto lo necesitas para crecer y aprender.
“Todo lo que hoy pesa, mañana pasa y da paz”