Por Alison García
Psicóloga Clínica
*Pueden surgir por una variedad de razones, desde eventos inesperados y cambios repentinos hasta presión externa y falta de planificación en nuestra vida diaria
Cuando estamos en momentos caóticos muchas veces caemos en actuar de formas que no son moralmente correctas, y es valido pensamos que es importante salvarnos a toda costa, pero muchas veces no prevenimos que podemos dañar a otros, tomamos una línea egoísta que, aunque no queramos nos lleva a irnos para bajo. La importancia de poder decidir entre lo bueno y lo malo creo que siempre va a radicar de los que nos conviene sin dañar al resto según la importancia de la situación.
Es complicado entender que el estar en esa situación, pueda mover de nosotros en si la estabilidad que considerábamos cómoda para nosotros pueda hacerte sentir perdido o desorientado debido a la complejidad de la situación o la falta de claridad sobre qué acciones tomar, experimentar irritación o enojo cuando las cosas no salen según lo planeado o cuando nos enfrentamos a obstáculos inesperados.
Los momentos caóticos pueden surgir por una variedad de razones, desde eventos inesperados y cambios repentinos hasta presión externa y falta de planificación en nuestra vida diaria. Factores como la complejidad de la vida moderna, la incertidumbre del entorno y la sobrecarga de responsabilidades pueden contribuir a la creación de situaciones caóticas. Además, nuestras propias acciones y decisiones, así como las de los demás, también pueden desencadenar momentos de caos tomándonos desprevenidos ante la tempestad.
Los momentos caóticos son una inevitable parte de la vida, caracterizados por situaciones desordenadas, imprevisibles y abrumadoras que nos desafían a mantener la compostura y el control. Los momentos caóticos pueden tener efectos negativos en nuestra salud física, mental y emocional, así como en nuestras relaciones personales y desempeño laboral. El estrés prolongado puede conducir a la fatiga, agotamiento y disminución de la productividad, mientras que la ansiedad puede afectar nuestra capacidad para tomar decisiones racionales y mantener relaciones saludables.
Sugerencia: Estrés innecesario
Dudar de nuestras habilidades o capacidades para manejar la situación de manera efectiva, así como preocuparnos por el juicio de los demás. Estas emociones pueden variar en intensidad dependiendo de la naturaleza y la gravedad de la situación caótica, así como de nuestra capacidad para manejar el estrés y la adversidad. Es importante reconocer y validar estas emociones, así como buscar apoyo si es necesario para hacer frente a la situación de manera saludable y constructiva.
Cuando te encuentres en momentos caóticos, es importante mantener la calma y tratar de encontrar formas de organizarte y priorizar tus tareas. Respira profundamente, haz una lista de lo que necesitas hacer y aborda una cosa a la vez. A veces, incluso tomar un breve descanso puede ayudar a despejar la mente.
Si bien es imposible prevenir completamente los momentos caóticos, podemos tomar medidas para mitigar su impacto y reducir la frecuencia con la que ocurren. Enfrentar momentos caóticos es una parte inevitable en la vida, que requiere práctica, paciencia y autodisciplina. Al aprender a mantener la calma, priorizar tareas, establecer límites, buscar apoyo y aprender de la experiencia, podemos desarrollar la resiliencia necesaria para superar cualquier desafío que la vida nos presente, emergiendo más fuertes y más sabios en el proceso.
“No estas viendo las cosas como son el caos te está nublando, respira y después decides”.
