Por Alison García
Psicóloga Clínica
A veces una persona no sabe exactamente cómo se siente, y para ello también necesitamos tomarnos tiempo para analizar los detonantes, pero lo más importante es percibir lo que uno mismo siente y no apresurarnos, porque muchas veces queremos más que fácil y rápido, y creemos que las cosas que sentimos son sólo espejismos que desaparecen cuando profundizas esos sentimientos. Siempre queremos llegar lo antes posible a un lugar que nos emocione, encontrar un consuelo que alivie el dolor o al menos lo dosifiqué, pero no es así, todo tiene su tiempo, pero nada pasa solo así.
Conocerás a muchas personas en tu vida, no eres el mejor para todos, no esperes nada de nadie, si una persona no sabe ver todo lo bueno que eres no tienes que esforzarte por demostrarlo, no te preocupes, solo ellos entienden sus intenciones. Con la conciencia tranquila, aprende a ser una persona selectiva y cuida tu círculo de vida, porque es muy importante aprender a ver con claridad quién es esa persona que se quedará hasta en los momentos malos.
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Conocerás gente que en algún momento te lamentaras haberla puesto en un pedestal, es inevitable, por muy buena persona que seas, siempre habrá gente dispersa, muchos que juzgarán tu forma de existir. Que no te importe lo que digan los demás, no intentes encajar donde no perteneces, no pierdas tu hermosa visión de la vida, no dejes que otros te utilicen, aprende a establecer límites y recuerda que la idea sobre ti de otros no te define. Sé siempre tú mismo y no olvides que, aunque te encuentres en el camino con personas que no saben cuidar lo que les rodea, siempre tienes que buscar el progreso desde una perspectiva diferente.
Mirar hacia atrás y sentir que has cambiado es uno de los mejores sentimientos, y fue entonces cuando me di cuenta de que podía dejar ir las cosas que tanto me hacían daño y cuando dejé a algunas personas que no me trataban bien, claro que tuve sentimientos de pérdida, pero aprendí a ver lo que realmente merezco. En ese momento supe que todo había pasado, cuando el pasado ya no era importante para mí, noté que mi corazón se calmaba porque me di cuenta que mi amor propio y mi felicidad se habían convertido en mi máxima prioridad y ahí es donde todo empieza a sonar a cambio, a medida que creces y aprendes que ya no estás ahí para cansarte de situaciones sin sentido o de personas sin valores, aprendes a mejorar en tu círculo de vida, te vuelves selectivo y ya no esperas a muchas personas.
“Lo mejor que me pasó fue entender que nadie merece mi tiempo o mi atención si no es capaz de darme la suya o valorarme; desde ahí dejé de quedarme donde no había lugar para mí, de esperar cosas que no iba a llegar y de estar para gente que no lo merecía”.
Nuestra soledad se convierte en vuestro momento de paz.
