Por Alison García
Psicóloga Clínica
Como es más difícil identificar las cosas buenas que tenemos, y más reconocerlas, puedo contar que mi psicóloga (porque los psicólogos vamos a terapia y ése es otro tema que algún día comentaré) en una sesión me dejó de tarea escribir una lista sin límites de lo que yo, Alison, hago mal, y para ser sincera la acabé en minutos y si hubiera indagado un poco más, creo que pudieron haber sido varias hojas y, por lo contrario, me pidió una lista de lo que hago bien y desde entonces llevo una sola cosa.
Eso hizo cuestionarme bastante del por qué me fue fácil escribir todo eso malo de mí; desde un punto de vista psicológico puedo decir que es gracias a este constante trabajo del inconsciente en el que el ego actúa en la búsqueda de protección y limitar el margen de caos de mis acciones repetitivas; y claro que las cosas negativas tienen más peso y es triste que tenga que ser así, ya que mucho de esto viene de lo que otros me han repetido y no dejándoles la responsabilidad, más bien de lo que yo les he comprado sobre mí y, sinceramente, aunque muchas cosas son ciertas, ¿por qué las cosas buenas sobre mí no me las dicen?, pues porque incluso a ellos les es difícil reconocer de otros sus características buenas y virtudes; y esto no lo digo por la clase de persona que soy, ni de mi personalidad, sino porque tendemos a caer en la línea errónea de juzgar a otros y no razonamos lo que hablamos, de repente tengo gente a mi alrededor que me repite ciertas acciones que hago mal, es irónico porque son cosas que claro que sé y claro que las quiero cambiar, pero como me lo hizo ver la psicóloga desde un plano distinto “haber reúne a todas estas personas y que te den un instructivo de qué hay que hacer para salir de todo eso” y me pregunté sabiendo el contexto de todas la situaciones de estas personas y sólo caí en cuenta que si ellos estuvieran en mi lugar no sabrían responder y no por que sean incapaces, sino porque todos vivimos situaciones diversas en las que nos cuesta movilizarnos y todo es al ritmo de como logremos encontrar el valor necesario para saber las consecuencias en pro de nuestras decisiones.
Sugerimos: Seamos selectivos
Y no es que tengamos que ser personas egoístas para salir de una situación, sino que en un grado mental hay que insertar el chip de un cambio y que este cambio sea a favor y en protección de nuestras emociones y aunque muchas veces las palabras de otros son necesarias, y más porque son tu red de apoyo, es saber que de todas esas palabras que te aportan son en percepción de uno mismo, no dejar de escuchar tu voz pese a todo, es clave para avanzar a salir de todo lo que te atormenta, ya que desde otros ojos es fácil la solución ¡claro!, pero ponte de este lado y solo así estarías entendiendo lo que uno vive.
“Cuanto mejor te sientes sobre ti mismo, menos necesitas enseñarlo”
