Por Alison García
Psicóloga Clínica
*Soltar los recuerdos de alguien puede ser una de las experiencias más difíciles y desafiantes que enfrentamos en la vida
El detalle de soltar a las personas que ya no están en vida con nosotros es lo que la misma idea ocasiona, inicialmente un temor de no volver a recordarlos como eran y, en lo personal, creo que más a olvidar su voz, su olor y diversas características que cada uno poseyó como personas.
Podemos notar que cuando esto pasa los sentimientos de tristeza, enojo, culpa y nostalgia son naturales y forman parte del duelo, soltar los recuerdos de alguien que ha fallecido no significa olvidarlo, sino encontrar una forma de mantener una conexión saludable con su memoria.
Soltar los recuerdos de alguien puede ser una de las experiencias más difíciles y desafiantes que enfrentamos en la vida. Ya sea después de una ruptura amorosa, la pérdida de un amigo cercano o la muerte de un ser querido, dejar ir los recuerdos es un proceso profundamente personal y emocional.
El primer paso crucial en el proceso de soltar los recuerdos es aceptar los sentimientos que emergen. Las emociones de tristeza, enojo, y nostalgia son reacciones normales ante la pérdida. Negar o reprimir estos sentimientos puede prolongar el dolor y dificultar la sanación.
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Según el modelo de las cinco etapas del duelo de Elisabeth Kübler-Ross, pasar por la negación, ira, negociación, depresión y aceptación es fundamental para poder avanzar. Aceptar los sentimientos no significa resignarse a ellos indefinidamente, sino reconocer su presencia y permitir que fluyan naturalmente.
Mantenerse ocupado y enfocado en nuevas actividades puede ser una forma efectiva de desviar la atención de los recuerdos dolorosos. Participar en hobbies, ejercicio, o proyectos nuevos no solo ocupa la mente, sino que también puede proporcionar una sensación de logro y propósito. Al mismo tiempo, es fundamental invertir tiempo en conocerse mejor y en desarrollar intereses personales. Redefinir quiénes somos fuera de la relación o conexión perdida nos permite reconstruir nuestra identidad y encontrar nuevas formas de significado y felicidad.
El autocuidado es vital durante este proceso. Priorizar el bienestar físico y emocional puede ayudar a construir resiliencia y reducir el impacto del estrés. Esto incluye mantener una alimentación saludable, hacer ejercicio regularmente y practicar técnicas de relajación como la meditación y la respiración profunda. Cuidar de uno mismo no solo mejora la salud general, sino que también fortalece la capacidad para enfrentar y superar el dolor emocional.
Soltar los recuerdos de alguien es un proceso complejo y multifacético que requiere tiempo, paciencia y compasión hacia uno mismo. A través de la aceptación emocional, la eliminación de lazos físicos y digitales, la expresión de sentimientos, la ocupación en nuevas actividades, el autocuidado y la reflexión, es posible avanzar y encontrar una nueva forma de equilibrio y bienestar. Cada persona vivirá este proceso de manera única, y es importante respetar y honrar ese viaje personal. Al final, soltar no significa olvidar, sino encontrar una forma de vivir y crecer a partir de la experiencia.
“Nadie nos advirtió, que extrañar es el costo que tienen los bueno momentos”-Mario Benedetti