Por Alison García
Psicóloga Clínica
Cuando la felicidad se convierte en un deber, puede surgir la aversión a la felicidad. Incluso el mayor placer pierde su atractivo cuando se convierte en un deber. Si se añade que el malestar debe esconderse detrás del riesgo de no ser socialmente aceptable, aclaro entonces que resulta difícil dar una salida saludable a las emociones negativas, y el objetivo de la felicidad parece aún más lejano.
Vivimos en una línea tan delicada que la felicidad se da hasta el punto de sobreestimar el propósito de la vida. Pisamos con la esperanza de lograr un gran progreso, pero no nos fijamos metas en el camino que esperamos que nos beneficien porque estamos pidiendo alguna indicación de que las cosas saldrán a nuestro favor con expectativas mínimas. Es una tontería pensar que tus esfuerzos pueden cambiar lo que probablemente fue solo el comienzo de una gran carrera en la vida.
Creemos que para seguir viviendo debemos continuar con lo aprendido, nuevamente creemos que las imágenes solo llegan hasta cierto punto y perdemos oportunidades de aprender, crear experiencias y sentir emociones. La felicidad es una cuestión de actitud porque la felicidad se encuentra dentro de nosotros mismos, no fuera. Sólo tenemos que seguir adelante con valentía.
No nos damos cuenta de que la felicidad se encuentra en las cosas más simples y que no es la suerte la que juega en nuestra contra, somos nosotros mismos. Nos limitamos sin siquiera darnos cuenta debido a algunas actitudes aprendidas. Destrozamos nuestros sueños, nos conformamos y, peor aún, nos quejamos.
Sugerimos: Romper con estigmas de salud mental
Debemos aprender a ver todo lo que vivimos desde una nueva perspectiva. Porque las cosas podrían ser mucho más positivas. La gente pasa toda su vida nadando entre las dos grandes tabús del amor y el miedo. Incluso pienso que en la vida son dos caras de una misma moneda y claro cuando enfrentamos los desafíos de la vida, una de las decisiones más importantes que enfrentamos es si lo hacemos por miedo o por amor.
Lamentablemente la vida ofrece diferentes enfoques, y espero que todos sean positivos, porque sin estos estímulos no podemos crear un verdadero concepto de felicidad, y volvemos a ideas que aceptamos más fácilmente porque otros nos dicen que así es. “Que para ser feliz lo correcto es que debes tener dinero, vestir buena ropa, viajar, etc. Metas vacías que quizá enriquezcan bastante, pero dentro de la capacidad mental este tipo de contextos no son abonados al consciente desde un lado amable; todo esto puede hacer que las personas que temen a la felicidad se alejen de aquellos que le acercan a la felicidad, e incluso se alejen de sí mismas.
También suelen experimentar una profunda sensación de vacío y falta de propósito en la vida. Si no ves la posibilidad de ser feliz en esta vida e incluso te sometes a dificultades para lograrla, quizás te preguntes cuál es el sentido de esta.
“Cuando elegimos ser felices pese a cualquier circunstancia es cuando hemos aprendido que la felicidad es una decisión que depende siempre de uno mismo”