Por Alison García
Psicóloga Clínica
Me he caído tantas veces que ya no creo ni me aferro a las cosas que quiero, pero las veo tan lejanas que ya no siento que sean mías. A veces, muchas veces, dejamos que la oscuridad nos envuelva tan completamente que comenzamos a creer que ahí es donde realmente terminamos, que la forma en que nos duele casi se convierte en un amigo que no se irá de nuestro lado, una sombra que no nos enterrará y nos deja consumiéndonos por dentro lentamente en las profundidades del olvido, silenciando nuestras voces antes de que pronuncien el último grito. Te despiertas cuando te das cuenta de que la vida no espera, que el tiempo sigue su propio ritmo, que otros siguen su camino y tú sigues en el mismo lugar.
Te despiertas y te das cuenta de tantas cosas a través de lo que guardas en silencio, de lo que tal vez nunca le cuentes a nadie, de lo que decides perdonar y perdonarte a ti mismo, porque al final, haya mucho ruido o silencio, ¿te das cuenta? compañía o no, lo mejor es ser fiel a ti mismo, lejos de la ira, lejos del odio, ser fiel a quién eres cuando las cosas se complican y decides solucionarlo por tu cuenta.
Sugerimos: No eres difícil de amar
Te olvidas de lo buena que es la vida y empiezas a juzgarte sin remordimientos, quiero decir que todo pasará rápido, pero no será así, solo un día te pones en tanta insensibilidad contigo mismo. La visión mental es que te estás autosaboteando, creyendo que al limitarte a quién eres, todo se evitará para “no estropear nada” (si eso es lo que hay en la mente). Necesitas calmarte y ser amable contigo mismo porque sabes mejor que nadie que has pasado por tantas cosas durante tanto tiempo que la fila para curarte va a ser larga y agotadora, pero no te apresures es hora de dártelo a ti mismo. Espero que algún día creas fácilmente que eres lo más preciado que tienes y que mereces la vida más hermosa, pero tienes que dejar de disculparte por quién eres y luchar contra todo lo que intentas superar.
Siéntete orgulloso de ti mismo incluso si cometes errores. Apréciate a ti mismo incluso cuando no te sientas lo suficientemente bien. Ámate a ti mismo en los días en que no te sientes bien con tu apariencia. Cree en ti mismo incluso cuando te sientas deprimido. Porque no se trata de esperar la recuperación para amarte. Se trata de aprender a amarte a ti mismo incluso cuando te sientes incómodo. Nadie nos prepara a nivel sentimental y emocional para la mayoría de las cosas que nos suceden. Por eso es tan importante parar a escucharte a ti mismo y darte cuenta de que tienes la capacidad de empezar de nuevo tantas veces como quieras.
La comprensión, amor y paciencia con la que tratas a los que quieres, también mereces dártela a ti mismo, abrázate más, háblate bonito y ten paciencia en tu crecimiento.
