- Advertisement -spot_img
- Advertisement -
- Advertisement -spot_imgspot_img
HomeEmocionesVolver no es empezar de cero
- Advertisement -spot_img

Volver no es empezar de cero

- Advertisement -

Por Alison García
Psicóloga clínica

Si volver a la rutina después de una pausa puede sentirse como intentar reencontrarse con una parte de uno mismo que se ha quedado atrás o que retrocedemos nuevamente cuando nos costó mucho llegar a donde estábamos antes. A veces es después de unas vacaciones, otras veces después de atravesar un momento difícil, un cambio, una pérdida o simplemente una etapa de desconexión. Lo cierto es que, sin importar la razón, el regreso puede ser desafiante, confuso y, en ocasiones, frustrante.

Ya que implica esfuerzo y energía que creemos ya no tener, sin embargo, existe ese algo dentro de nosotros que nos hace sentir que debemos movilizarnos y hacer algo para no sentir no de cierto modo estancados, pero ¿y si volvemos a decaer y eso significa que volveremos a retroceder?

Las rutinas, aunque a menudo las asociamos con lo monótono, también tienen el poder de darnos estructura, dirección y estabilidad. Por eso, cuando nos alejamos de ellas, es natural sentir que algo se desordena por dentro. Pero regresar no es simplemente “retomar donde lo dejé”; regresar es reconstruir, reajustar, y, sobre todo, escuchar dónde estoy hoy.

Uno de los errores más comunes al intentar volver a la rutina es querer hacerlo todo de golpe. Pensamos que, por haber perdido tiempo, debemos compensarlo acelerando el paso. Pero el cuerpo, la mente y el corazón necesitan tiempo para adaptarse. Volver a levantarse temprano, ser productivos, comer bien, hacer ejercicio, cumplir metas… todo a la vez puede sentirse abrumador. Por eso, volver de poco a poco nos permite que no nos sobre estimulemos. Para así volver adaptarnos a estos cambios.

Sugerimos: Donde no floreces, no te quedes

Regresar a la rutina también implica revisar si esa rutina todavía te sirve. A veces queremos volver a un modelo de vida que ya no nos representa. Tal vez lo que funcionaba antes ya no encaja con quién eres hoy. Por eso, más que retomar la rutina anterior, es una buena oportunidad para crear una nueva, una que se ajuste a tu presente, siempre los cambios traen algo bueno y un aprendizaje más.

Es fundamental también no caer en la culpa. El tiempo “perdido” no siempre es pérdida; muchas veces es necesario para poder avanzar. Pausar es también una forma de cuidar. No todas las etapas son para producir, rendir y avanzar. Algunas son para sanar, reflexionar, o simplemente resistir. Y eso también es válido. Por eso, cuando decidas volver, hazlo desde el amor propio, no desde la autoexigencia.

Regresar a la rutina es, en esencia, regresar a ti mismo. A ese espacio interno donde las cosas vuelven a tener sentido, donde te organizas no para cumplir con las expectativas externas, sino para cuidar de ti, de tus sueños, de tus límites y tus prioridades paso a paso todo sana y aprendemos pues no se trata de hacerlo perfecto, sino de hacerlo posible. Un paso a la vez, un día a la vez con amor y paciencia. Cuídate tu primero si no nadie más lo hará.

- Advertisement -
- Advertisement -
Redes sociales
27,750FansLike
Lo más leído
- Advertisement -spot_img
- Advertisement -spot_img
- Advertisement -
- Advertisement -
Notas relacionadas
- Advertisement -
- Advertisement -