Por Monsetrrat García
Constantemente los y las mexicanas nos quejamos de la aplicación de la justicia en nuestro país, por lo que después del estira y afloje entre quienes representan los tres poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) se crea una reforma que tiene como propósito cambiar de raíz al Poder Judicial, por supuesto que no sería fácil, ningún cambio lo es, pero creo que es completamente necesario y por algo se empieza.
El pasado primero de junio de este 2025 se llevó a cabo la jornada comicial de la primera Elección del Poder Judicial de la Federación, durante todo el proceso se percibía que sería una jornada desangelada, pues es costumbre que cada proceso electoral sea un “carnaval político” en el que las candidaturas sacan hasta sus mejores pasos de baile, tiran la casa por la ventana, porque tienen recursos económicos para hacerlo, pues dirían algunos “esto es una inversión para después ganar”, la diferencia ahora es que no habría dinero, ni antes, ni lo habrá después, porque quienes se postularon no recibieron recursos para campañas y al ganar, sólo tendrán su sueldo, así que promesas no pudieron hacer, más que aquella de impartir justicia.
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Después de lo que se observó en la jornada comicial, los partidos de oposición salieron a decir que fue un fracaso esta elección, hubo medios de comunicación que dijeron que fue una farsa y, por su parte, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, dijo que fue un éxito. Unos vieron la urna medio llena y los otros vieron la urna medio vacía.
En mi caso, sentí bastante decepción de una ciudadanía apática, que en esta ocasión se percibió aún más que en otras elecciones, soy de las personas que prefieren que vaya la gente y anule su voto a que de plano no vayan, porque creo fielmente que es un derecho, pero también es una obligación participar, sobre todo en estas pocas veces en que nos toca tomar decisiones. Y muchas personas dicen “¿Para qué?” Cosa que entiendo, pero quedarte sin participar tampoco ayuda.
El Instituto Nacional Electoral (INE) estima que cerca de 13 millones de personas acudieron a las urnas, al principio consideré que el porcentaje era muy bajo, aunque ya esperaba que lo fuera, pero no tanto, calculé que por lo menos habría 30 por ciento de participación ciudadana, sin embargo, fue de alrededor del 13 por ciento, se escucha poco, pero si consideramos que 13 millones de personas salieron a votar sin necesitar promesas de campaña, no necesitaron que un candidato o candidata los convenciera, no necesitaron dádivas, ni promesas de trabajo o de otra índole, ni la compra de su voto, entonces, concluí que sea como sea, 13 millones de personas creen que es necesario un cambio en el Poder Judicial, 13 millones de personas de las más de 58 millones que votaron hace un año en la elección presidencial, en la que también se definieron cargos federales, estatales y municipales, son 13 millones de personas que entendieron cuál era el objetivo y, aunque el proceso no fue nada fácil y requirió de invertirle tiempo, dejaron de lado la apatía y acudieron a votar.
Fue una jornada electoral compleja, pues esta vez no se trató de votar por algún color o instituto político, eran auténticamente personas buscando trabajo, quienes después de varios filtros, presentaron su currículum ante nosotros sus empleadores, a pesar de todos esos inconvenientes ¿Qué creen? Votaron más de 13 millones de mexicanos y mexicanas, la mayoría con interés genuino de hacer cambios necesarios para el país, por todas estas razones, elijo ver la urna medio llena.
P. D. “Puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único” (John Lennon) hay 13 millones de personas más.
