Durante la charla se abordó la importancia de las enzimas en general, su obtención desde diversos orígenes y puntualizó en las enzimas Lacasas, obtenidas específicamente de hongos, las cuales han sido ampliamente estudiadas para diversas aplicaciones, desde las industrias textiles, alimentarias y papelera, hasta su utilización como biosensores.
Por otra parte, la información obtenida permitirá desarrollar proyectos para la degradación de materiales contaminantes como el poliestireno expandido (EPS), presente en distintos productos, principalmente en aquellos desechables de uso común en alimentos como el unicel, ya que, según la Asociación Nacional de Industrias del Plástico y la Asociación Nacional de la Industria Química, en México se consumen 125 mil toneladas anuales de EPS, de las cuales sólo se reciclan cuatro mil toneladas.
Al respecto, el rector de la UTC, Arturo Vallejo Casanova, reconoció el sentido de responsabilidad que imprimen tanto docentes como estudiantes en este tipo de proyectos.
“El impacto positivo en el medio ambiente es una de las premisas de estos proyectos que desarrollan los jóvenes en la Ingeniería en Biotecnología; creemos que generarán un cambio que beneficiará a la sociedad en general”, dijo.
Mencionó que a pesar de las condiciones actuales de trabajo a distancia, los estudiantes han continuado desarrollando proyectos que en corto tiempo serán una realidad.
El primer proyecto busca degradar EPS mediante la aplicación de Pleurotus ostreatus, que es un productor de enzimas como Lacasa y manganeso peroxidasa, que son de gran utilidad en procesos de biorremediación, debido a su capacidad de transformación de contaminantes como hidrocarburos aromáticos, plaguicidas, explosivos, colorantes sintéticos, entre otros.
La segunda propuesta es la utilización de un hongo de putrefacción blanca, específicamente Trametes versicolor, el cual tiene como característica una bacteria enzimática muy interesante que podría ayudar a la degradación del EPS.