*Desde hace dos años, Francisco buscó representar a Jesús en el Viacrucis de La Valla, y lleva más de 6 meses preparándose mentalmente y físicamente
Francisco Javier Alegría es el encargado de representar a Jesús en la representación del viacrucis de la comunidad de La Valla, uno de los más importantes del municipio. Él, junto a otros 60 actores, espera llevar a cabo una presentación fidedigna de lo que sucedió hace casi dos mil años en Jerusalén.
Es un honor representar el papel de Jesús, porque para él significa salir de una situación personal en la que tenía la sensación de estar muerto, es decir, que solo vivía por vivir sin algún significado; ahora con esta oportunidad, tiene un sentido todo el esfuerzo que esta haciendo, “Cuando estoy cargando este madero, estoy cargando con todas las súplicas de las personas que me acompañan”, comentó Francisco en entrevista.
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La preparación que lleva acabo para poder desempeñar el papel de Jesús en el viacrucis, gira en torno a tres ejes, mente, espiritualidad y física. Para poder entrenar mente y fe, Francisco ora y medita todos los días al despertar, vive su día a día mentalizándose en el papel; mientras que en la cuestión física, sale a correr todas las mañanas para entrenar sus piernas y que estén fuertes para soportar los 130 kilos que pesará la cruz que cargue en la representación, mientras que por la tarde, antes de que comience el ensayo, sube el cerro de La Valla diario para poder memorizar el trayecto y seguir adquiriendo resistencia física.
Los ensayos para la representación del viacrucis de este año empezaron hace dos meses, se realizan diario, donde todos los participantes revisan sus líneas y practican todas las representaciones actorales. Francisco, incluso grabó en audio todos sus diálogos y los reproduce en sus trayectos en su coche, ya sea de camino al trabajo o a la casa.
El originario de la comunidad de La Estancia, reconoce que sí tiene miedo, sabe que no es un compromiso fácil de cumplir, incluso como parte de su preparación física, comenta que un domingo subió el cerro a medio día cargando a su hijo de 11 años, quien pesa 50 kilos, y el desgaste físico fue tan fuerte que hasta fiebre le dio. Pero el hecho de que toda la gente cree en él lo motiva a seguir preparándose para cumplir con el papel.
