Por Axel Illescas Tovar
Recuerdas cómo inició esto, te acercaste con Paco Ignacio Taibo II y le comentaste como al aire que si conocía San Juan del Río. Dijo que sí, aquí hizo un congreso de novela policiaca en 1987. Allí comenzó el enigma del Congreso, ese que te darías a la tarea de investigar.
Entonces te volviste Sherlock, el misterio era la punta del hilo a jalar. Regresaste y platicaste con la gente, nada. No desististe, así como dicen que te aferras cuando encuentras algo y no le haces caso a la gente hasta que estás seguro de que algo pasó como pasó.
El resultado de seguir la investigación y atar cabos sueltos: “Crónicas desordenadas: Sherlock Holmes y el misterio del Congreso de Novela Policiaca en San Juan del Río”, publicado en 2018 en el libro Crónica de San Juan del Río.
Allí, aunque mal editado, tu reporte forense indica: Lugar y fecha: ciudad de San Juan del Río, del martes 24 al viernes 27 de febrero del año 1987. Involucrados: Juan Madrid, Manuel Vázquez Montealbán, Andreu Martín (España); Fernando Ayala Poyeda (Colombia) Daniel Chavarría (Uruguay); Manfred Drew (República Democrática Alemana); Rodolfo Pérez Valero y Alberto Molina (Cuba); Jiri Prochazka (Checoslovaquia); Roger Simon (Estados Unidos); Juan Sasturain (Argentina); Julian Semionov y María Ofimtsova (URSS); Rafael Solana, Eugenio Aguirre, María Elvira Bermúdez, Edmundo Domínguez Aragonés, Raúl Hernández Viveros, Malú Huacuja, José Huerta, Vicente Leñero, Luis Méndez, Rosa Margot Ochoa, Eugenia Revueltas, Rafael Ramírez Heredia y Paco Ignacio Taibo II (México).
*Nota del traductor: se advierte la participación de los asistentes en actos contra la dignidad y buenas costumbres de los países con buena moral. Comunistas del demonio. Sin embargo, al organizador y presidente de la Internacional de Escritores, no le preocupa, menos por estar en México, “aquí los pinches policías y gobernantes nunca han tocado un libro y por eso les vale madre lo que pase en este encuentro de Novela Policiaca”.
Seguiste, eso era sólo un inicio gracias a entrevistas y archivos, decidiste traer a algunas personas inmiscuidas en el evento, para revivir los recuerdos de manera directa y de viva voz saber más. Hiciste el primer encuentro de Novela Policiaca en San Juan del Río.
Hoy conoces, gracias a las personas que trajiste, algunas memorias que ayudan a rellenar los espacios en blanco: no sabe Taibo —tú comentas que sí, pero hay algo que no dijo— por qué terminaron en San Juan, Ronquillo deduce que todo se planeó desde la capital del estado y los mandaron para acá, Miranda plantea que fue una reunión entre escritores sin importancia.
Conclusión del caso: Algún día un joven periodista habrá de preguntarle a alguien si conoce San Juan del Río, le dirá que sí, que allí hubo en 2023 un reencuentro del segundo congreso de novela policiaca. Se interesará por el tema y juntará a la mayoría de los asistentes. Seremos viejos, el municipio diferente, lloverá en junio.
Primer Encuentro de Novela Policiaca en San Juan del Río 2023
“Un día yo estaba viendo un partido aburrido del Cruz Azul y recibo la llamada de Felipe, buscaban revivir aquel evento de 1987”, comenta cómo fue que llegó aquí al patio de la Universidad Mesoamericana, con jóvenes estudiantes, el escritor y periodista Víctor Ronquillo.
Ronquillo le dijo al teléfono “cuenta conmigo”, y jamás pensó que este Primer Encuentro de Novela Policiaca se llevaría a cabo, así que este viernes 26 de mayo extiende su reconocimiento al organizador, Felipe Cabello Zúñiga, por su trabajo en la difusión cultural para San Juan del Río.
Es preciso puntualizar que Cabello Zúñiga, en conjunto con la administración municipal de San Juan del Río, organizaron este evento; mientras que la Universidad Mesoamericana colaboró con el préstamo de un espacio.
El siguiente evento del viernes, de Iván Farías, quien en el Portal del Diezmo presenta su novela “El misterio de la máscara perdida”, está marcado por la asistencia de luchadores en formación de la Arena Fátima.
“No lo saben, pero a veces vengo a San Juan para despejarme de la CDMX, me gusta un bar de por aquí”, dice Iván para iniciar su presentación. Dice también que su escritura está marcada por la cocina (del verbo seguir la receta, cocinar y comer), y que su abuelo era luchador de nombre El Monje Blanco.
Para el sábado a la una de la tarde, el evento estelar, Paco Ignacio Taibo II. Salió desde Ciudad de México a las 11 de la mañana y al llegar a la antigua Presidencia Municipal lo primero que busca apresurado, es un baño.
Entra al Salón Presidentes, donde ya lo esperan 73 personas, ocho de ellas estudiantes de Comunicación y Periodismo de la UAQ. Las y los presidentes municipales de San Juan del Río, desde sus cuadros, son los más atentos a lo que platica el director del Fondo de Cultura Económica. Le traen una Coca de lata. Las campanas de la iglesia de junto, donde al mismo tiempo se efectúa una boda, cuentan el tiempo, suenan cada 15 minutos.
Taibo II platica que sus novelas y las de su generación estuvieron atravesadas por los movimientos sociales, que “este país o lo cambiamos o nos mata”, que hay crímenes en México que hasta a la ficción le quedan grandes, que no se debe asumir al escribir que la violencia es un espectáculo para atraer, que no hay un equilibrio entre lo real y la ficción.
A las 8 de la noche, como evento de clausura en el Portal del Diezmo, Juan Miranda y Norma Piña. Ella inicia a tejer la memoria de San Juan; él la de aquel encuentro de 1987. Miranda explica que ese encuentro fue como ir a la pastelería a ver cómo el panadero hace los pasteles, una reunión técnica donde escritores discutían temas de su agenda. Por eso no acudió tanta gente externa, así como hoy, a veces la gente no conoce lo que pasa a su alrededor o no lo valoran.
Cuenta el fotoperiodista la historia sobre una foto que le tomó a Vicente Leñero y Ponce. Leñero era una persona tímida, de las que prefieren hacer juegos para expresarse, se puso un sombrero imitando a Sherlock Holmes, Ponce sería su Watson. “Vicente tenía la apariencia de ser un personaje muy duro, pero en el fondo era un tipo que no dejó de jugar”.
Diario de amor al Periodismo
Conocí a Víctor Ronquillo, “el periodismo y su vertiente literaria deben ser humanistas”, dijo. Por la tarde conocí a Iván Farías, cubre la fuente de vida y sociedad, menciona que allí los periodistas son los más gorrones, aunque es en general.
Durante la presentación de su libro “El misterio de la máscara perdida”, luchadores de la Arena Fátima llegaron y se presentaron, me saludaron, felices por el reportaje que hice esta semana sobre ellos. Vegeta dijo que cuando quiera puedo regresar a visitarlos. Ronquillo hará también un reportaje sobre de ellos, le ayudaré como fuente local.
Esto último lo platicamos Víctor y yo por la noche, cuando después de las conferencias fuimos Felipe, Yaiza, Chelín (esposa de Víctor), Víctor y yo, a caminar para que conocieran el Centro de San Juan. Felipe les contó sobre la historia de algunos monumentos, que un rayo mató en la fuente a una persona hace más de un siglo. Vimos a la gente bailar sonidero en la Plaza de los Fundadores.
Al dejar a Chelín y Víctor en el Hotel Portal de Reyes, alcanzamos a Iván Farías a un bar donde un fan suyo, de barba cana, le invitó, La Catrina. Hablamos escueta y contradictoriamente de periodismo, “¡por qué se hacen eso!”, dijo con pesimismo al saber que estudiamos, Yaiza y yo, Periodismo. Estudió él también Comunicación, de allí el pesimismo.
Nos platicó Iván una anécdota sobre periodismo: En Baja California, recuerda que fue a un bar con un directivo de PlayBoy, en aquel bar, por obra del destino, coinciden al término de sus respectivas jornadas laborales, periodistas y trabajadoras sexuales. Tenían gran amistad todas las personas conocidas de ese bar, una vez hicieron una fiesta porque por fin uno de ellos (periodista) iba a cobrar bien, le dieron trabajo en Televisa.
El sábado vino Taibo II. Fotos y firmas, chacaleo de medios locales que preguntaron sobre Morena y “la oposición”. Nos despedimos de Víctor y Chelín, se regresaron de aventón con Taibo a Ciudad de México.
A las 4, Malú mandó un video, asistieron cuatro personas. Al terminar fui con Felipe y el Diablito de los Recorridos de Leyendas, en su personaje de Juan Carlos Zerecero, es decir, el de diario, a platicar a su casa sobre periodismo, nosotros, jaibol, los nefastines “intelectuales” de la ciudad.
Salimos rápido de la casa del Diablito en Abasolo, fuimos por Juan Miranda y Norma Piña a su hotel. En la entrada del Portal del Diezmo, llegaron de sorpresa el hijo de ambos y su esposa, Norma lloró. Al agradecer a Felipe el esfuerzo por las conferencias y entregarle un texto inédito redactado por él que habla sobre el congreso de 1987, diría Miranda que ya sólo con que su hijo haya ido a verlos, fueron recompensados.
Tuve la fortuna de aprender en 10 minutos muchas cosas que no aprendí en más de tres años de Licenciatura, de voz de quien tomó fotos a Juan Rulfo, Gabriel García Márquez, Julio Scherer mientras sale de Excelsior tras el golpe de Luis Echeverría. Parados debajo de los arcos, yo casi hasta las lágrimas:
No hay futuro ni pasado, hazlo hoy, un año es mucho tiempo para buscar brillar en lo que haces, comienza un día a la vez, puedes hacerle como él, que un día se propuso desayunar cada semana un día con un personaje y lo logró. Aduéñate de tu nombre, uno debe encontrar la seguridad personal para transmitirla, “¿cómo te llamas? Más fuerte, Axel”.
Entonces hay que aceptar que nos vamos a morir y seguir. La vida se va más rápido de lo que crees. El Periodismo no es difícil, para nada, quizá sólo el saber tratar y acercarte a la gente. Plática con la gente, aprende de ellas y sólo cuando lo sientas, tómales la foto, si en el momento no lo sentiste, pues al día después que pases, o al siguiente. “¿Para qué quieres llevarte mi foto si no sabes nada de mí?”. Cuando uno como periodista investiga, se lleva algo de la gente, ¿qué les dejamos a cambio?
